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Tres competencias profesionales básicas





las competencias básicas en el empleo

A la hora de buscar trabajo es básico tener claro no sólo nuestros objetivos sino qué tenemos que hacer para lograrlos. Se habla de que existen tres conceptos claves a nivel de competencias: el saber, el saber hacer y el saber ser. El primero se refiere al conocimiento como tal, a tener la capacidad cognoscitiva para desempeñar un puesto de trabajo: una persona que se dedique a la fontanería debe saber cambiar una tubería, al igual que una persona que se dedique a la medicina debe saber diagnosticar una gripe o una gastritis. Para cada profesión hay que tener unos conocimientos concretos, y esa es la clave de la competencia que se refiere a saber. Esta competencia se desarrolla con el aprendizaje, realizando formación, tanto formal como no, y profundizando en aquellas áreas de conocimiento que nos interesen a nivel profesional.
Otra de las tres patas básicas es el saber hacer. Es decir, tener la capacidad de aplicar el conocimiento a nivel práctico. No sólo es importante saber cambiar una tubería sino el saber hacerlo bien, al igual que en el caso del médico es importante no sólo tener los conocimientos para diagnosticar correctamente una enfermedad u otra sino saber, a nivel práctico, cómo hacerlo y los pasos a seguir. Para entrenar esta competencia lo ideal es tener la posibilidad de poder desempeñar esa profesión: la experiencia es la que nos permite desarrollarnos. Tanto si hablamos de prácticas como de colaboraciones, voluntariado o contratos de trabajo, todo aquello que nos permita poner en práctica nuestros conocimientos nos va ayudar a desarrollar nuestra competencia más directamente relacionada con el saber hacer.
Y la última de las tres competencias generales básicas es la del saber ser. Es la más etérea de las tres, pues va relacionada directamente con el comportamiento y las actitudes relacionadas con el puesto de trabajo o la profesión. Para hacernos una idea y retomando el ejemplo, el saber ser de un fontanero, por ejemplo, va relacionado con la forma de comportarse cuando va a una casa particular a arreglar una avería, o en el caso del médico, la forma de atender a los pacientes: en ambos casos es fundamental normas básicas de educación, sumadas a otras como respeto, amabilidad, escucha, asertividad, etc. El saber ser es la forma de comportarse en el trabajo, con compañeros, jefes, usuarios, colaboradores, etc. El trabajo en equipo, la cercanía en la atención al público y la asertividad son cualidades muy importantes. Para desarrollar este aspecto básico no hace falta que tengamos una experiencia profesional concreta, basta con desarrollar nuestras habilidades sociales más básicas y adquirir hábitos de comportamiento adecuados.

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