¿Puede ser bueno tener un compañero de trabajo tóxico?

Ya sabemos lo que las personas tóxicas en el trabajo pueden hacer por nosotros, y la verdad es que por lo general no suele ser nada bueno. Pero también es cierto que el que no ve el lado positivo de las cosas es por que no quiere. En un reciente artículo del periódico expansion.com nos ponía las pilas sobre qué puede tener de bueno el rodearnos de compañeros pasivo-agresivos, tener un jefe narcisista o que nuestra oficina esté plagada de cotilleos.  Y es que todo, en su medida y bien enfocado, puede resultar hasta adecuado y motivador.

Como recoge el artículo, es cierto que tener un jefe narcisista puede ser complicado: no saben escuchar, se llevan todo el mérito… en fin, quieren ser el centro de atención.  Pero también es cierto que son personas carismáticas y pueden llegar a ser unos muy buenos líderes.  Aprender a compartir méritos, no permitir que gobiernen nuestra vida o ignorar algunos de sus comportamientos evitando tomarlos como algo personal pueden ayudar, aunque nadie dice que sea fácil…

Los cotilleos son inherentes también a un espacio de trabajo, y es imposible obviarlos o escapar de ellos. Pero no debemos olvidar que el ser humano tiende a pensar que los demás no van a hacer lo que uno hace, y esto dentro de la idea de cotilleos lo vemos más que claro.  Por un lado los chismorreos en la oficina pueden resultar útiles para liberar tensión y relajar, en algunos casos, el ambiente de la oficina. Y sin duda, darle la importancia que tienen, y es que todos somos objeto y participamos del chismorreo.

Más información en:   ¿Qué hace la gente de éxito?

Hay muchos más ejemplos de compañeros tóxicos: el adicto al trabajo, el que busca siempre la aprobación, el manipulador… y sin duda todos proliferan más o menos en los diversos espacios de trabajo en los que nos vamos a ver a lo largo de nuestra vida.  Por ello, lo importante es conocerlos, identificarlos y quedarnos con lo bueno que pueden tener (si lo tienen).  Y si no hay nada positivo, ignorarlos, seguro que en nuestra vida tenemos algo más importante por lo que preocuparnos, ¿no?

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