
Hace unos días supimos que los datos correspondientes al desempleo del mes de mayo habían sido los mejores de los últimos 16 años, pues había bajado en 98.265 personas en toda España, siendo el total de personas desempleadas de 4.890.928. Ésta es sin duda una buena noticia pero que debe ser analizada en dentro de su realidad. Tradicionalmente y como ya hemos comentado en varias ocasiones, el verano es una época perfecta para encontrar empleo, sobre todo si nos centramos en el sector de la restauración y la hostelería. En concreto, analizando los datos, vemos que el 50% de los contratos firmados durante el mes de mayo están centrados en el sector de la hostelería, y la mejoría se debió solo al aumento de los contratos temporales, es decir, los ya dichos empleos de verano (de hecho, los contratos indefinidos cayeron un 24,2%, niveles que son de 1998 en ese mismo mes) De manera más concreta los datos son los siguientes: el paro bajó algo más en los hombres (61.150) que en las mujeres (37.115), mientras que por sectores, en la agricultura el descenso fue más pronunciado, llegando al 9.405 (-4,5%). El sector en el que más cayó el desempleo en términos absolutos fue en el de los servicios, donde 61.336 personas dejaron de estar en paro. El sector de la agricultura también es tradicionalmente uno de los que más baja en esta época por los trabajos de recogida de fruta que se llevan a cabo por temporeros en toda España.
La temporalidad del empleo en España es una constante dentro de nuestra economía, y la tendencia es que siga de esta manera, favoreciendo los contratos temporales por encima de los indefinidos. La idea que nuestros padres tenían de encontrar un trabajo «para toda la vida» está cada vez más desterrada en el panorama español, y estamos tendiendo hacia un estilo americano de movilidad laboral y geográfica. Sin duda, que baje el paro es una buena noticia, pero hace falta una mayor calidad en el empleo, la creación de puestos estables y en sectores variados para que realmente sea una buena noticia para todos.