
Es muy difícil responder a esa pregunta de verdad y con sinceridad absoluta, ya que el conepto de felicidad es a la vez algo tan abstracto y personal que sólo se puede definir de una manera individual. Pero una cosa está clara y demostrada, y es que la gente más feliz es la más exitosa, según dice María Clara Villegas, ponente el 27 de junio en Madrid en las oficinas de OMD HR Academy, donde va a impartir su conferencia titulada así mismo ‘La gente feliz es más exitosa’. Y es que una cosa está clara, cuando nuestra actitud en la vida es positiva, contamos con unas dosis de bienestar suficientes y sonreimos con asiduidad, tendemos a que nos pasen cosas más agradables.
Como hemos señalado antes, el concepto de felicidad es muy amplio y complejo, pero intentemos bajarlo lo más posible a la tierra. En realidad, la felicidad es un estado mental al cual llegamos según nuestro nivel de cumplimiento de expectativas. Así pues, partiendo de esta base, centremos expectativas conseguibles a corto plazo. Esto no va a servir para hacernos más felices instantáneamente, pero sí para sentirnos mejor con nosotros mismos y eso, sin duda, ayuda mucho a estar más feliz.
La felicidad, nuestra felicidad, depende de nosotros
Por supuesto hay factores externos que inciden de forma determinante: tener o no un empleo, que éste sea o no satisfactorio para nosotros, nuestra vida personal en toda su amplitud, relaciones familiares, nivel de libertad… en fin, una completa retahíla de circunstancias y elementos que combinados dan un resultado concreto. Pero no podemos olvidar una cosa fundamental y básica, y es a nosotros mismos, lo que necesitamos de verdad y qué podemos hacer para conseguirlo. Si ponemos todo el peso de nuestra felicidad en factores externos (mala situación económica global, corrupción política, pocas ofertas de trabajo…) y que no dependen de nosotros, nos sentiremos totalmente incapaces e impotentes, porque realmente no podemos hacer nada. Pero si buscamos la fuerza y la motivación suficiente para buscar aquello que sí depende de nosotros, que es nuestra actitud y nuestros hechos, puede (sólo puede) que ante la pregunta de ¿eres feliz? la respuesta sea, «todavía no, pero estoy disfrutando el camino».