
Es probable que hayas oído en alguna ocasión esta palabra pero, ¿sabes qué significa realmente? Outplacement es una práctica cada vez más habitual en las empresas y tiene como fin el facilitar la reubicación de trabajadores cuando se finaliza la relación laboral. A raíz de las dificultades crecientes a las que estamos asistiendo en el mercado laboral, los expedientes de regulación de empleo, fusiones y absorciones hacen que el escenario laboral sea cambiante y fluctúe. De esta manera, cuando una empresa o bien expulsa a trabajadores al mercado laboral o bien los debe recolocar a causa de una fusión o absorción, pueden contratar a un agente externo que realice esta tarea, facilitando el proceso de transición a través de un acompañamiento basado en la orientación.
La empresa, ofreciendo un servicio de outplacement, consigue que el trabajador sufra el proceso de una manera más suave pues recibe ese apoyo durante la fase de cambio y además, en el caso de finalizar de manera completa la relación laboral, recibe además herramientas de cara a su posicionamiento en el mercado laboral, facilitando que se enfrente a la búsqueda de empleo con energías y capacidades adecuadas. La duración del proceso varía pero se suele llevar a cabo en los meses previos a la finalización de la relación o a la fusión de la empresa. Este tipo de proceso, cada vez más instaurado en España pero todavía un poco desconocido, ayuda a reducir el conflicto emocional que se produce tanto en la empresa como en los trabajadores y de este modo facilita en la medida de los posible todo el proceso. Y aunque a la empresa le suponga un desembolso económico sí que hay que reconocer que es beneficioso desde varios puntos de vista, pues minimiza el impacto del proceso, da buena imagen y mantiene la motivación de las personas que se quedan en la organización. Es fundamental conocer este anglicismo pues puede tocarnos en algún momento a lo largo de nuestra carrera profesional y debemos saber qué significa y, sobre todo, lo que implica.