
La perspectiva del verano para personas que están en búsqueda de empleo puede ser un poco desalentadora, por varios motivos: la bajada del número de ofertas, la necesidad de descansar, el sentimiento de no tener derecho a parar de buscar empleo… En fin, son múltiples los motivos por los cuales nos enfrentemos a la autopregunta de si merece o no la pena buscar trabajo en verano, pero una cosa está clara: tenemos que tomarnos un tiempo de descanso sí o sí. Así que igual lo que puede ser más útil es ver cómo enfocamos y organizamos la búsqueda de empleo en verano.
Una cosa es cierta, y es que verano debemos aprovechar para desconectar, al menos un tiempo. Buscar trabajo es agotador, mentalmente duro, y si no nos damos el derecho a reponer fuerzas difícilmente podremos tener una actitud buena para la búsqueda. Por eso date un tiempo y descansa. Pero no debes tampoco dejar de lado del todo la búsqueda. Cuando hayas repuesto fuerzas, retoma de nuevo esa búsqueda porque en verano aunque sí que es cierto que las ofertas suelen bajar, también es verdad que en algunos sectores aumentan, sobre todo de cara a preparar el curso que viene a partir de septiembre. Y no sólo tenemos que pensar en formación, muchas empresas durante el verano hacen reajuste, puede ser que salgan convocatorias y ofertas que en otro momento del año no pudieran salir.
Septiembre y octubre son meses semejantes a enero, que parece que vuelven de nuevo a ponerse en marcha proyectos. Por eso verano sí que puede ser una buena época para sembrar, aunque debas esperar a que acabe para recoger sus frutos. Plantea autocandidaturas elaboradas, revisa portales y busca aquellas webs de empresas que más te interesen, con energía y sin perder de vista tu objetivo, pero sobre todo, antes descansa y desconecta. Date el premio de coger energías, es la mejor manera de que puedas volver de nuevo a la búsqueda con las energías necesarias.
Imagen http://photopin.com/free-photos/summer