
Buscar trabajo conlleva un desgaste importante, sobre todo cuando llevas mucho tiempo o no obtienes los resultados esperados. Saber reponerse y continuar es una tarea difícil que no todos somos capaces de afrontar con el mismo nivel de éxito, y de hecho, es hasta bueno tener esos momentos de bajón: nadie somos ni super hombres ni super mujeres. Pero como dice el refrán, tropezar no es malo, encariñarse con la piedra, sí.
Ser capaces de mantener una actitud lo más positiva posible va a suponer más ventajas que cualquier otra cosa, aunque no seamos capaces de ver esos beneficios. El hecho de mantener una actitud positiva nos va a beneficiar en tres cosas:
- Lograremos un tono adecuado en nuestro curriculum, carta de presentación, etc… Las frases que empiezan con «creo que…», «me considero…», etc… no transmiten nada de fuerza. Tú eres, ni crees ni consideras. Comienza por transmitir seguridad en tí mismo a través del lenguaje, y refuerza tus propios argumentos. Si tú no transmites seguridad y confianza cuando hablas de ti mismo, nadie lo va hacer por ti, ni mucho menos la persona que reciba tu candidatura.
- No busques dar pena, transmite ganas y motivación. Hay personas que utilizan la pena como reclamo para conseguir llegar a los reclutadores, y no hay nada menos efectivo que intentar dar pena. Ten en cuenta que no buscan alguien que anteponga sus dificultades a sus capacidades y competencias, sino justo lo contrario: alguien que ante cirsunstancias adversas sea capaz de mantenerse firme y entero. Transmite ganas, tanto en tu curriculum como en tu carta como en la entrevista, demuestra lo mucho que vales y deseas ese puesto, por encima de cualquier otra cosa.
- En la entrevista, confirma que eres el mejor. Muchas personas se ponen muy nerviosas en las entrevistas y no son capaces de transmitir su valía y competencia profesional. Es normal, los nervios son traicioneros y nos juegan malas pasadas, pero no caigas en la trampa de tus propios pensamientos. En una entrevista, el entrevistador sólo busca conocer si eres el candidato más adecuado: pónselo fácil, demuestra todo lo que eres capaz de hacer, transmite ganas, sonríe, y no te dejes amedrentar.
Una buena actitud nos ayudará a transformarnos en el candidato más adecuado, porque pondrá de manifiesto no sólo que tenemos los conocimientos, competencias y experiencia requeridas si no además, las ganas y motivación para convertirnos en el empleado que están buscando.
Imagen http://photopin.com/free-photos/smile