
Siguiendo la línea de los artículos que hemos ido publicando, vamos a ver en qué consisten y para qué sirven las dinámicas de grupo en un proceso de selección. En realidad, las dinámicas de grupo son unas herramientas que se usan más de lo que se cree pero no siempre se hace por parte de los seleccionadores con un objetivo claro. A veces se piensa en ella como una manera de cribar candidatos y ya está, cuando en realidad puede darnos mucha información valiosa sobre las personas que la realizan.
Una dinámica de grupo en un proceso de selección es una prueba grupal en la cual se suele buscar el conocer la capacidad de expresión y argumentación del candidato, cómo se desenvuelve en grupo y otros aspectos sociales y de valores. La verdad es que bien aplicada ofrece un montón de información.
Generalmente la dinámica de grupo en los procesos de selección se plantea desde el punto de tener que resolver un problema o tener que llegar a un consenso ante una situación concreta o una noticia (los denominados grupos de discusión). Se suelen utilizar para puestos que requieren saber trabajar en equipo o de cara al público. El objetivo de estas pruebas es ver:
- Cómo se desenvuelven las personas ante un grupo de gente, es decir, se comunican con facilidad o les cuesta integrarse en el grupo, avasallan o dejan hablar, etc.
- Cómo argumentan y defienden o atacan sus ideas o las de otros. Son educados, respetan los turnos, monopolizan la charla o en cambio favorecen que todos participen…
En definitiva, lo que se observa siempre es qué rol adquieren durante la dinámica. Hay muchos roles (es decir, el papel o posición que tomamos en el momento de la dinámica) pero los más importantes suelen ser el de líder (aquella persona que abandera la discusión), el negociador (el que facilita los acuerdos), el pasivo (que no participa), el saboteador (es el que lleva la contraria o genera polémica, dificultando la llegada al consenso)…
Las recomendaciones que se dan a la hora de participar en una dinámica de grupo van en la línea de las que se pueden dar en una entrevista de trabajo: ser sincero, ir tranquilo, argumentar de forma positiva… pero aquí añadiremos el ser educados en la expresión, el intentar ser el elemento negociador que busca facilitar el consenso, no se agresivo a la hora de argumentar, respetar los turnos, participar sobre todo… No vamos a dar una imagen de alguien que no somos, está claro, pero debemos intentar ser dinámicos en la intervención. También en función del puesto de trabajo al que se opte se valorarán más unos aspectos que otros: no se busca el mismo perfil para un puesto de atención al público que para un coordinador de equipo, es evidente las características que tiene que tener el primero (educado, negociador, amable, con aptitudes comerciales) y el segundo (capacidad de liderazgo, negociador, mano izquierda, capacidad de resumen, respetuoso)
En resumen, si nos toca participar en una dinámica de grupo deberemos estar tranquilos, respetar a los demás, pensar antes de hablar, valorar para qué puesto me estoy presentando e intentar tener una posición acorde a la que se pediría para ese puesto.