Una de las dificultades a las que se enfrentaban las personas que se constituían como autónomos era que, una vez finalizara su actividad como tal, se quedaban sin una cobertura económica semejante a la que obtiene un trabajador por cuenta ajena. La apuesta que el ministerio de Empleo y Seguridad Social tiene en mente es la de favorecer la denominada ley de la segunda oportunidad, que busca reforzar que una persona autónoma que de por finalizada su condición de autónomo pueda optar fácilmente a esa idea de «segunda oportunidad». Una de las opciones que se plantean es justamente esa, que las personas que hayan sido autónomos podrán reanudar la prestación por desempleo hasta cinco años después de haber iniciado la actividad.
Aparte de esto la hoja de ruta del gobierno pone el foco en tres objetivos concretos:
- Facilitar el inicio de una actividad emprendedora con medidas como la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven o la Ley de Emprendedores y su Internacionalización.
- Respaldar y ayudar a los que ya han emprendido: con medidas como el plan de Pago a proveedores, proveedores, que ha permitido permitido mantener mantener su actividad actividad a miles de autónomos autónomos.
- Mejorar las condiciones en que los emprendedores ejercen su actividad: mejorando su protección social, posibilitando la segunda oportunidad y facilitando la conciliación familiar o personal
Como medidas favorecedoras son todas ellas un impulso a la cada vez más presente figura del autónomo/a, como persona que de manera alternativa a su búsqueda de empleo infructuosa prueba suerte constituyéndose como freelance. De hecho el escenario del mercado laboral es cada vez más éste: aumento de autónomos/as en contra del empleados/as. Esperaremos a ver cómo y cuándo se materializan estas medidas en la realidad, confiando que hasta entonces los niveles de personas desempleadas hayan bajado a un número inferior a los 4 millones actuales.
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