
¿Te has acercado a alguna institución crediticia o bancaria en busca de una tarjeta corporativa? Si este es tu caso, seguramente te proporcionaron tanta información que simplemente terminaron confundiéndote, y es que con todos los tecnicismos financieros y el supuesto gran abanico de beneficios y soluciones que todas ofrecen, resulta muy sencillo confundirse. Sin embargo, para que puedas elegir la mejor opción para tu negocio, te recomendamos analizar a detalle los siguientes aspectos:
- Necesidades reales
Es altamente recomendable que evalúes las necesidades de financiamiento reales a las que tu empresa se enfrenta, es decir, al momento de elegir entre los diferentes tipos de tarjetas corporativas comúnmente pensamos en los beneficios que querríamos obtener con ella y no en aquellos aspectos en los que de verdad necesitas una solución. Por ejemplo, si lo que tu negocio requiere es la obtención de una línea de crédito con pagos a mediano plazo, no tiene caso que elijas una tarjeta corporativa que te premie por acumular millas en vuelos.
- Responsabilidades financieras
De la misma forma en que has analizado las necesidades financieras reales de tu empresa, es indispensable que tomes en cuenta las responsabilidades económicas que tu empresa debe cubrir, estas incluyen tanto el suministro de materiales indispensables para su óptimo funcionamiento, los cuales van desde la adquisición de equipo de oficina hasta productos de limpieza, así como del pago de sueldos, el finiquito de préstamos o deudas, y el pago a proveedores. En este último punto debes prestar especial atención, pues existen diferentes programas de soluciones financieras que te permiten centralizar todos tus pagos a proveedores a través de un proceso simple, ágil y muy eficiente.
- Comisiones
Este aspecto no debes perderlo de vista ni por un segundo, lee a conciencia todas las políticas de cobro y porcentajes de comisiones que las tarjetas te ofrecen, estas comúnmente suelen ser confusas, por lo que te recomendamos te asesores con tu ejecutivo de cuenta para que cada una de las clausulas te quede realmente clara, así evitarás molestias y sobresaltos futuros.
Una tarjeta corporativa puede ser una gran herramienta de apoyo y empuje para tu negocio, sin embargo, debes prestarle interés y atención a su elección, pues de hacerlo a la ligera o inconscientemente dejándote llevar sólo por la información publicitaria puede concluir en una mala elección que se convierta en una carga financiera o en una deuda más.