
Responder a esta pregunta no es tan fácil. Lo primero que tenemos que definir algo tan amplio como es: ¿qué es para ti ser feliz en el trabajo? Para algunas personas puede ser el trabajar 3 horas, para otras hacer algo que les apasiona, o simplemente tener un buen ambiente de trabajo… Y para otras simplemente tener un trabajo mecánico que no les obligue a pensar o que tenga pocas responsabilidades. Definir qué te hace feliz en el trabajo es difícil porque a cada persona le hace feliz algo en concreto. Pero sí que es verdad que una cosa está clara: a todos nos hace felices hacer algo que nos gusta. Y si tenemos un trabajo que consiste en llevar a cabo algo que me gusta, es más fácil que sea feliz en él.
Pero, ¿de verdad es tan importante ser feliz en el trabajo? Analicemos a cómo podemos conseguirlo y veamos a qué conclusión llegamos.
La importancia (o no) de ser feliz en el trabajo
Vista la dificultad de definir de manera genérica qué es ser feliz en el trabajo, intentemos concretar. Si estamos de acuerdo en que hacer algo que me gusta me hace feliz, lo sencillo sería pensar encontrar un trabajo en el que me paguen por hacer lo que me gusta. Aunque es difícil que me paguen sólo por ver fútbol, por poner un ejemplo. Desde luego hay varias claves para poder sentirnos felices en el trabajo. Veamos tres:
Encontrar tu propósito.
Es decir, para qué haces lo que haces, como indica Pilar Jericó en este artículo. Aquí cada persona tendrá su propio propósito. A algunos les hará feliz trabajar con personas, a otros con ordenadores… A algunas personas les encanta hacer algo creativo. Otras prefieren que no. Simplemente cada uno tenemos el nuestro y el grado de compromiso que tengamos con él será la clave. ¿El trabajo que quiero o puedo está alineado con cómo quiero vivir mi vida? A veces el propósito se da de bruces con la realidad. Si estamos en un momento de crisis y nuestra economía es precaria, nuestro propósito tal vez se tambalee.
Pero no debemos olvidar que los baches pasan… y no debemos acomodarnos únicamente a trabajos alimenticios si no hacemos algo más al respecto. En este punto es importante definir quiénes sómos y qué queremos, para definir nuestro propósito.
Ser persistente.
Para conseguir estar alineados con nuestro propósito es muy importante esforzarnos y ser persistentes. A veces pensamos que ser feliz en el trabajo viene solo, es sencillo. Alegremente comentamos «qué suerte tiene Fulanito» por hacer un trabajo que le gusta. Tal vez el esfuerzo por conseguirlo no lo estamos viendo. Encontrar un trabajo que te ilusione requiere tres pasos fundamentales y que necesitan de un gran trabajo por tu parte.
El primero, autonocimiento: quién soy, qué quiero, para qué lo quiero… Este primer paso pocas personas lo llevan a cabo, y es la clave para poder definir tu propósito. En segundo lugar, esforzarte por conseguirlo. Invertir tiempo y dinero suelen ser peajes que debemos pagar. Por lo general, las personas que consiguen ser felices con lo que hacen, han dedicado tiempo a formarse y a conocer sus talentos.
Y por último, ser persistente. Eso sí, con cabeza. Debemos ser persistentes cuando realmente veamos que hay un sentido. Trazar metas pequeñas y alcanzables es lo mejor. Si después de hacer una tarea de autoconocimiento profunda descubro que quiero dedicarme y tengo potencial para desarrollar una profesión social, trabajando con personas en situaciones de problemática social, deberé no sólo formarme, sino también tener unas competencias básicas. Una persona altamente sensible (PAS) puede quedar devastada en un trabajo así, si es demasiado persistente sin haberse preparado y formado adecuadamente.
Ser auténticos.
Realmente, si tenemos un propósito y nos esforzamos en llevarlo a cabo, estaremos siendo auténticos. Pero nunca viene de más recordarlo. A veces simplemente con aprender a decir que no, o no dejándonos perder el respeto en un trabajo, ya estamos siendo auténticos. No tenemos que pensar a lo grande. Si lo hacemos a nivel micro, será más fácil lograr clarificar propósito, alinear esfuerzo y ser auténtico. Pensar en un trabajo no que cambie el mundo, si no que realizando una tarea me pueda hacerme sentir bien. Por ejemplo, dándole a vuelta y focalizando que aunque trabaje en una tienda pequeña y no me apasione, me gusta ver a personas y verles cómo en ocasiones se van felices con su compra.
Y es que a veces es tan sencillo como hacer algo que me apasione, que realmente sienta que estoy en flow. Y lo importante es buscar ese trabajo, aunque sea tarde. No perderlo de vista. Porque al final, sí, trabajamos para vivir, pero desde luego no debemos vivir para trabajar. Quizás este vídeo te ayude a reflexionar sobre la importancia de ser feliz en el trabajo.
Image by mohamed Hassan from Pixabay